Indiscutiblemente es el Primero de Mayo la fecha más emblemática del movimiento obrero internacional que, a su vez, entrega la valiosísima ocasión de realizar un escrutinio de la actual realidad, tanto nacional como internacional y consecuentemente -que es lo más importante- permite esbozar las futuras tareas para las aspiraciones económicas, políticas, ideológicas, sociales hacia el empeño histórico de, junto a todo el pueblo, transformar revolucionariamente la sociedad en la perspectiva de socialismo tanto donde ya existe como en nuestra fraterna y heroica Cuba o en la Republica Popular China o donde se sientan las bases del mismo como en Venezuela o donde se labran sus inicios como en nuestro País.
Esta fecha sublime para los trabajadores y los pueblos, como sabemos, es homenaje a los obreros estadounidenses que el 1º de Mayo de 1886 en la Plaza de Highmarket en Chicago realizaron una concentración por la jornada laboral de 8 horas que a pretexto del estallido de una bomba sirvió para que las fuerzas represivas maltraten a miles de manifestantes y en encarcelen a sus principales dirigentes de los cuales 7 fueron condenados a la pena de muerte mediante juicios amañados y uno sancionado con quince años de prisión.
En nuestro país el recuerdo del Primero de Mayo nació vinculado a la lucha por la jornada de ocho horas y más aspiraciones por mejores condiciones laborales.
La Revolución Liberal de 1895 y su plataforma laboral significó un importante avance para las reivindicaciones obreras y del trabajo en general.
En 1911 internamente las nacientes organizaciones mutualistas y gremiales comienzan a recordar la masacre de Chicago y en 1913 se lanzan ya públicamente, fundamentalmente en Guayaquil, a conmemorar esta fecha.
En el principal puerto del Ecuador se había constituido bajo la presidencia del políglota Dr. Carlos Rolando un Comité encaminado a lograr que el 1º de Mayo sea oficial y nacionalmente reconocido, lo que se consiguió con el Decreto del Presidente Leónidas Plaza Gutiérrez de abril 23 de 1915.
En 1890 el Congreso de la Segunda Internacional resolvió la conmemoración universal de este día.
En 1910 se había producido en México la revolución agraria con esbozo antiimperialista de Zapata y Pancho Villa y en 1917 en la vieja Rusia de los zares, los obreros campesinos y soldados conducidos por Lenin y el Partido Bolchevique protagonizan la Revolución de Octubre.
El 15 de noviembre de 1922 ocurre el bautizo de sangre de la clase obrera ecuatoriana cometido por la plutocracia y con la anuencia del imperialismo, por el avance en organización y conciencia de los trabajadores y el pueblo de Guayaquil y el Ecuador.
La masacre del 15 de Noviembre se contestó con la mejor respuesta histórica: la Fundación del Partido Comunista el 23 de Mayo de 1926.
En este Primero de Mayo la humanidad presencia la más extendida honda y aguda crisis del capitalismo desde 1929; pero la experiencia histórica demuestra y nuestros clásicos del marxismo-leninismo lo señalaron que ningún sistema de explotación cae por si mismo sino existen las fuerzas que actúen por su derrocamiento y busquen una sociedad superior.
Carlos Marx afirmó “la clase obrera es revolucionaria o no es nada” y hoy esta afirmación del insigne guía del proletariado mundial cobra más vigencia para nuestra Patria.
A la luz de las actuales condiciones políticas y sociales del Ecuador otra de las afirmaciones de Carlos Marx conviertese en plenamente actual y oportuna cuando afirma:
“Aparte de sus fines primitivos, los sindicatos deben aprender a actuar ahora de modo más consciente como ejes de organización de la clase obrera, por el interés superior de su emancipación total deberán apoyar todo movimiento político o social que se encamine directamente a este fin. En tanto que se consideran a sí mismos como vanguardia y representación de toda la clase obrera, y puesto que obran de acuerdo con esta significación, deben conseguir atraerse a los que están fuera de los Sindicatos. Deben ocuparse cuidadosamente de los intereses de las capas trabajadoras peor pagadas, por ejemplo, de los obreros agrícolas, a quienes circunstancias especialmente desfavorables han privado de sus fuerzas de resistencia. Deben llevar a todo mundo a la convicción de que sus esfuerzos, lejos de ser egoístas y ambiciosos, han de tener más bien por fin la emancipación de las masas oprimidas”
Lenin el otro genial guía del proletariado y conductor de la Revolución de Octubre también expreso “Pero el desarrollo del proletariado no se ha efectuado ni ha podido efectuarse en ningún país de otro modo que por medio de los sindicatos y por su acción conjunta con el partido de la clase obrera”.
En el momento actual en nuestro país todos nuestros esfuerzos deben encaminarse a elevar la organización, la conciencia y la sabiduría estratégica y táctica de la clase obrera, los trabajadores y el pueblo hacia el gran objetivo de cambiar revolucionariamente el modelo de desarrollo y también el tipo de sociedad capitalista hasta ahora vigente.
Esto pasa, junto con nuestros propios caminos y objetivos de la Revolución Nacional Democrática como antesala del Socialismo, por impulsar que el Presidente Rafael Correa y su planteamiento de la Revolución Ciudadana, mantengan la tesis de considerar al trabajo como el principal factor de producción y que aquel sea reconocido por su valor y no por su precio, por supuesto que hoy puntualmente a eso no abonan medidas como el instructivo del ministerio de relaciones laborales que pretende intervenir directamente en los tribunales de conciliación , o como los palos de ciegos que se dan en el tema de las jubilaciones del sector público o como el mismo cambio de nombre del ministerio donde se da la imagen de que las “relaciones laborales” son entre iguales; aunque también hemos de señalar que aspectos más negativos del Decreto 1701 fueron enmendados en el 225 en donde fundamentalmente la CTE impulsó esas rectificaciones.
No se construirá una nueva sociedad derivando tan solo hacia un neokeynesianismo ”latinoamericano” o hacia una “sociedad de propietarios” o hacia un capitalismo de estado burgués o hacia un “capitalismo de ocasión”.
Las premisas se sientan en la utilización racional y soberana de nuestros recursos naturales; en la ocupación eficaz y eficiente de las fuerzas productivas directas hasta ahora inutilizadas o maltratadas salarial y laboralmente; en una reforma agraria profunda, en la reingeniería ideológicamente radical del aparato estatal; en la incorporación de las fuerzas armadas a una más activa participación en la construcción de la nueva sociedad y a la incorporación voluntariamente masiva del pueblo a las fuerzas de resistencia; por una vertical política exterior de soberanía y consecuencia; por una democracia autentica que rompa los esquemas de la “participativa” o “representativas”.
En esta ruta el Partido Comunista, la CTE, la FEI, el Frente Unido de Mujeres, la Juventud Comunista y mas organizaciones cercanas marcharemos en la vanguardia del gran torrente de nuestro pueblo que con sus logros y luchas históricas y con los siete triunfos electorales recientes conducidos por el Presidente Rafael Correa, cincelaremos unitariamente esa nueva sociedad, aspiración medular desde los orígenes de la nación y nacionalidades de nuestra Patria.
Saludo de la Confederación de Trabajadores del Ecuador por el 1º de mayo
Por la profundización la del Proyecto Político, por la defensa de los derechos trabajadores,
del medio ambiente y el bienestar de todos los ecuatorianos
Con la conmemoración de los 124 años de la gesta histórica de Chicago, en este primero de mayo la Confederación de Trabajadores del Ecuador, CTE, se dirige a toda su militancia nacional y pueblo ecuatoriano para presentar su efusivo saludos y comprometer nuestra lucha una vez hacia la orientación y cambios que este momento requiere.
Los trabajadores ecuatorianos no podemos hipotecar una vez más parte de un acumulado histórico de luchas, como los asesinatos del 15 de noviembre de 1922 en Guayaquil, la Masacre de Aztra, así como la desaparición de insignes dirigentes políticos y sindicales en manos de las oligarquías nacionales, y, entregar este pasado a los mismos de siempre. Es la hora de que con nuestra participación real y efectiva avancemos hacia la profundización de este incierto proceso político.
Tampoco podemos negar que existen interesantes cambios y acciones que se han obtenido como: la recuperación y respeto de la soberanía nacional con la salida de las tropas yanquis de la base de Manta y la defensa del territorio ante los afanes guerreristas de Uribe; la nueva Constitución que privilegia al ser humano y a la naturaleza como el centro de las políticas de Estado, el incremento de la inversión económica en educación, salud, la reconstrucción vial, el bono de desarrollo humano, de vivienda; la supresión de la tercerización e intermediación laboral, el seguro universal que incluye a empleadas domésticas y amas de casa, que demuestran una clara vocación social y patriótica, sobre los intereses económicos monopólicos y concentradores.
Lo antes manifestado y luego de la gran arremetida neoliberal -30 años- se concluye que falta todo por hacer, entre ellas derrotar posiciones y acciones peligrosas que se generan desde la misma estructura del Gobierno, la Asamblea Nacional lejos de querer aportar con la generación de leyes y los cambios que el momento requiere ha caído en la misma práctica corrupta de tiempos pasados, los recambios en el Gabinete Ministerial y las actitudes de algunos ministros sobre todos con los trabajadores no surge efecto. No existe una política agraria real que satisfaga los intereses de los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, tampoco un plan de contingencia para disminuir el índice de desempleo con el mejoramiento de la producción y la productividad; es decir no garantizan un real impulso para la radicalización del proceso.
Sin embargo no podemos perder la perspectiva de que esto tiene que cambiar, América Latina es el escenario de un impresionante florecimiento de gobiernos progresistas y populares, que cuestionan los años de neoliberalismo y de terrorismo de estado; nosotros somos uno de ellos. Cuba resiste firme y desde siempre los embates del imperio. También Venezuela, Bolivia, Uruguay, Paraguay y otros. Esta es la gran Unidad latinoamericana que debemos construir. Apoyamos y respaldamos a todos los trabajadores del mundo que hoy en día luchan por la defensa y estabilidad laboral, por mejores salarios y por la disminución de las horas de trabajo.
Llamamos a la construcción de un gran frente político, sindical, de trabajadores, de indígenas y campesinos, amas de casa, estudiantes y todos los sectores democráticos y progresistas para establecer el compromiso de apoyar y participar activa y conscientemente en la profundización y radicalización del proceso, demandando las transformaciones sociales, políticas y económicas para nuestro pueblo, conscientes de que ello constituye la garantía de la continuidad de un gobierno democrático para avanzar hacia el socialismo.
¡Viva el 1º de mayo! ¡Viva la defensa de la Revolución Cubana!
¡No al intervencionismo norteamericano! ¡Contra el cambio climático, por los derechos de la madre tierra y el reconocimiento de la deuda ecológica de los países desarrollados!
¡Contra las injerencias golpistas en Venezuela y los otros países progresistas!
¡En defensa de los derechos de todos los trabajadores emigrantes y por su regularización y por su regularización!
¡Contra la impunidad de los crímenes de Estado en Colombia!
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